domingo, 26 de octubre de 2014

La suerte de varas... ¿Por qué no?

Actualmente, cuando tu afición te obliga a ir a una Corrida de Toros puede que nos quedemos sin ver un importante tercio esencial para la lidia de un animal. Hablo de la suerte de varas, actualmente degradada y que pocos son los lugares en los que se puede apreciar en su plenitud.

El objetivo de la suerte de varas es claro, ver la lucha de el animal en el caballo para poder puntuar su bravura. Hasta ahí todo bien. El problema es el cómo se realiza la suerte. Puede que los actuales percherones sean demasiado pesados, pero para eso Alain Bonijol, en el 1989 puso remedio anticipando su opinión de cómo deberían ser los caballos de picar en un espectáculo limpio de arcaísmos. Este mismo personaje también creó un material de protección menos pesado. Puede que los picadores se hagan la pregunta de si esos caballos con esa protección son igual de seguros que los caballos actualmente convencionales. La respuesta también la da Alain: mediante una calidad de adiestramiento más elevada. Cuando todo esto está demostrado; ¿Por qué seguimos viendo caballos que parecen un muro de hormigón en las Plazas de Toros?
En la mayoría de lugares taurinos de Francia se emplea para picar la cuadra de Bonijol, pero allí todo es distinto. Se ponen los animales de largo y la afición lo premia. Los derribos en Francia no son excesivos, y los caballos son más ligeros. Con esto quiero decir que el futuro de la Tauromaquia es evolucionar sin desnaturalizar y que parece que en España no se evoluciona.

Otro aspecto importante es la profesionalidad de los picadores. Los picadores no dejan de ser toreros, pero a caballo, que tienen que picar a un Toro para que si lidia sea menos compleja y para poder ver la bravura en plenitud del animal en cuestión. Pedro Iturralde, comentaba en el libro TIERRAS TAURINAS de André Viard que había coincidido con un chófer de autobús y le dijo que picar Toros era un hobby para él... y luego que se van toros sin picar. Para mí ser profesional, es vivir de tu profesión, sentirla las veinticuatro horas del día. ¡ Que tienes un hobby que te puede costar la vida!
También, el problema es que salen Toros que no hace falta ni picarlos...

Tito Sandoval, por ejemplo, es un profesional que sabe lo que hace. ¿Por qué tiene tantos premios? Sencillo. El por qué es que Castaño se los pone de lejos y le permite lucirse. Muy lejos de pensar si Castaño es buen o mal torero, lo primero es decir que piensa por el toro, que es el eje de la Fiesta. Comenta Tito :" A mí, si me los dejan en la raya, lo que hago es poner el palo y picarlos, y se acabó. ¿Por qué? Porque el matador no quiere enseñar el toro. Si el matador me dice "pa´ lante", yo lo pico donde él quiera. Yo soy, digamos, un mandado. Si el matador no quiere que se vea si el toro es bravo, yo tapado, ¿entiedes? Yo soy un profesional. Ahora, que Castaño quiere lucirlo, no hay problema:que lo deje donde quiera. Yo no le voy a decir que lo ponga más cerca o más lejos." 

En conclusión, la suerte de varas debe cambiar. Por el aficionado, para poder ver en plenitud la bravura del animal en cuestión, y todos debemos poner de nuestra parte por que lo haga. El aficionado pitando lo que está mal, y aplaudiendo lo que está bien, y los profesionales poniendo de su parte para que no reciban pitos.

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