Entrevista a Joaquín Moreno Silva, sin desperdicio.

Pureza y Emoción habla con un ganadero de los que quedan pocos. D. José Joaquín Moreno Silva se abre hacia este medio tras lidiar el domingo una gran corrida en Madrid, encastada, con raza y motor.

- Desde el punto de vista ganadero, ¿qué nos dice de la corrida, D. José Joaquín?
La corrida la empiezo a ver en el momento en el que me voy a anunciar en Madrid. Nosotros somos mucho de esta plaza, y lo primero es llevar una corrida bien presentada. Que te la aprueben, y a mí me aprobaron los ocho toros. Llevé una corrida con toros de 600 kilos que embistieron. Toros que tenían su movilidad. Estoy muy satisfecho en muchas cosas y en otras tengo que mejorar, porque esto es una lucha continua. Pero en general estoy francamente contento. Para mí he echado, si no el mejor, de los mejores toros de este año de Madrid. Y después hubo dos o tres toros que me encantaron. El 4º toro, el número 14, fue excepcional. Que te aplaudan cuatro o cinco toros en el arrastre y que la gente esté contenta, ¡pues estamos todos contentos!
Fue una pena el toro lucero, el nº 6, que luego me dijeron que tenía un porrazo en el cráneo, contra el burladero se dio. Tenía una calidad y un son que me encantó. Pero esto es así. Estoy muy agradecido a los toreros, que estuvieron muy decididos. A Marco Antonio le vino la cosa un poco más... No se entendió.

 - Al toro nº 14, lidiado en 4º lugar por Sánchez Vara, ¿qué virtudes le vio?
Lo primero que me gustó fue la salida. Fue un toro con mucha plaza. Después derrotó dos veces en los burladeros. Y no hay nada más que ver, en el vídeo resumen de la corrida, cómo humilla en el capote, cómo mete los riñones, cómo coge los vuelos por abajo, y cómo lleva el hocico lleno de tierra. Y al toro le pegaron mucho en el caballo. La condición que tuvo la corrida fue que fueron de menos a más. Pegándole como le pegaron, que le pegaron tela, la corrida se vino arriba y eso, como gritaba el 7, es raza, es casta y eso es una ganadería. La casta y la raza se demuestran cuando te zumban. O te vienes abajo o te vienes arriba, eso es así de claro. Quiero significarte que tuvo mucho mérito el banderillero que saltó a este toro con la garrocha, pero el toro, muy en saltillo, sólo le dejo pasar una vez y a la segunda se la partió. Le dijo, “no me hagas ni una más”. Eso es la bravura del encaste Saltillo.


- ¿Servirá para que veamos a la ganadería anunciada en San Isidro?
Sí hombre sí, la veremos. Esta corrida tendría que haber ido a San Isidro, pero me la descolocaron por otras. Pero bueno, ¡cosas que pasan! En la vida, la justicia se impone. Aquí no cabe nada más que trabajo y lucha, y así las cosas salen.


- ¿La corrida fue abierta en cuanto a sementales?
Sí, había de tres sementales. Del nº 10, del 17 y del 7. Dos de ellos del mismo padre. El único toro que no me gustó fue el 2º, al que le faltaban seis días para cumplir los seis años. Ese toro estuvo aquí en Madrid el año pasado y le dieron una cornada después de estar sorteado, le partieron dos costillas. Hubo que operarlo y yo creo que el manejo lo acusó en la plaza. Eso no quita para que el toro sea una prenda, pero tiene que haber de todo, ¿no? Tiene que haber el bueno, el malo, el regular... Pero mantuvo la emoción, lo único es que no humilló, mantuvo la cara más alta. Se dejó pegar tres varas.


- ¿Para el año que viene cuántas corridas tiene?
Tengo cuatro corridas, y una fijo va a Madrid.


- ¿Qué tenemos que hacer para que ese público e incluso aficionados, se den cuenta de que aquí lo importante es el toro?
Hombre, la importancia al toro se le da de Madrid para arriba. Cosas puntuales, como la de Victorino o Miura en Sevilla. Después es Bilbao, Pamplona, Francia... Pero a la gente no se le engaña. Ayer, por ejemplo, los del 7 y otras zonas gritaban eso de “viva la casta" y "viva la raza”. Hay cosas con las que no se puede engañar. Gracias a Dios ahí está Adolfo, ahí está Victorino, estoy yo, La Quinta, Miura... Y lo que hay que hacer es que los toreros se tienen que concienciar de que el público es el que manda y que hay que matar otros encastes. No puede ser siempre lo mismo.


- Al final llegamos a una Fiesta monótona.
Yo he visto magníficos toros de encaste Domecq. Pero el bueno, el mano y el regular es todos los días igual. Y aquí tiene que estar el encaste Núñez, Saltillo, Domecq... La gente tiene que divertirse en la diversidad.