lunes, 17 de octubre de 2016

Rafaelillo...¡Menudo albañil se ha perdido la construcción!

Corrida de la Quinta y expectación al ser una de las corridas más interesantes de la feria para aficionado al Toro. Acartelados Rafaelillo, Ricardo Torres y Alberto Álvarez. Cartel de aragoneses con un infiltrado. A pocos metros de La Misericordia, manifestación y pasacalles antitaurino.

Corrida para no aburrirse en la que hubo diversidad de comportamiento. Mansos perdidos como el sexto, complicados como el segundo o cumplidores como el cuarto. Corrida desigual de presentación, y dos anovillados poco dignos de una plaza de primera. Algún pitón sospechoso de afeitado, también. Grupillos del tendido calificaban la corrida como creían oportuno con pitos o palmas, pero siempre hubo diversidad.

Rafaelillo es muy malo. Eso para empezar con buen pie. Le saltó al ruedo el primer burel y fue ovacionado de salida. En el capote, enganchones. Si se cuela, será por manso, no por la desastrosa lidia. Eso dicen los que entienden. Entró al caballo y coceó en el momento de sentir la puya dentro de él. Como si fuese un toro de esos de Alcurrucén, sí, pero cogiendo un segundo puyazo de largo y empujando en el jaco. Llegó el toro a la muleta  y sólo lo pudimos ver por el pitón derecho. Derechazos y derechazos sin sentido que en ningún momento dijeron nada al tendido. Despegado y ventajista. El toro con poder y peligro, para ponerse delante y no dudarle. No se puso, pero sí, sí que estuvo inseguro. Ni un derechazo que se quede en la retina del aficionado. Mano izquierda pues no debe tener. Tardó en matarlo poniéndose pesado. División de opiniones que se tendría que haber convertido en pitos.
Su segundo fue un toro cumplidor, con movilidad. El Santa Coloma light. Pegó en el penco y galopó en banderillas. Rafael le pegó treinta muletazos de tanteo como poco. No vaya a ser cosa que no lo vea claro el chico. Muy mal. Despegado durante toda la lidia con un toro que pasaba y pasaba sin ningún peligro, al que le faltó la chispa de su encaste. Un camión cisterna podía circular sin ningún tipo de preocupación entre Rafaelillo y el toro. Ventajista por el derecho y súper-ultraventajista por el izquierdo, que por lo menos tuvo el detalle de probarlo. Muchas gracias por hacer el que se supone que es tu trabajo. Lo llevó por semi-lejanías, perdiéndole siempre dos pasos y lo reventó por dentro con un metisaca que se le fue hasta el sótano. Lo intentó apañar con otra estocada antes de que cayese, estando muerto en vida. Bien Rafa, bien. Se llevó para el esportón otra división de opiniones.

Teniamos ganas de ver a Ricardo Torres, torero de la tierra que el pasado serial dejó algún detalle de torería. De poco no lo hacemos. Lo recibió con verónicas de las que gustan. Manseó el toro en el caballo y galopó en banderillas, haciendo que Marco Leal se desmonterase. Complicado y con peligro en la muleta, tirando por lo fácil y matando al burel en la primera tanda. Tal y como hace Morante de vez en cuando. Bronca sonora, que debería marcar el fin de Ricardo Torres en Zaragoza.
Precioso su segundo, ovacionado de salida. Pegó en el jaco con la cara abajo, en un fuerte y duro primer puyazo.  En banderillas apretó, galopando con viveza. Faena sin ninguna transmisión a un toro bravo. Silencio y toro ovacionado en el arrastre.

Alberto Álvarez saludó con verónicas a su primero, que se vendría desde largo al peto sin emplearse. Ganas y disposición, pero nada más. Que el chico no dice nada, oye. Torero basto y sin gusto alguno. Pero oye, que sí, que vino con ganas.
Su segundo cumplió tanto en el caballo como con los palos. La mejor suerte de varas de la feria. En la muleta, manso perdido. Sin querer saber nada de la muleta. Miraditas de manso a los tendidos. Eso sí, que alguien le diga a Álvarez que los toros mansos no se vacían hacia fuera, por favor. Intentó alargar la faena aburriendo y le sonó un aviso.

Lo que sacamos claro de la corrida es que la Quinta se ha ganado un puesto en la feria del Pilar 2017. Y que si Rafaelillo vuelve a entrar, sería un insulto a la inteligencia humana.




3 comentarios:

  1. Pues a mí dejeme con este y con Paco Ureña, y compañía y usted quédese con los matatachochones de Norit del Cuvillo y demás. Rafaelillo nunca tendrá el pellizco de los matachochones, pero, al menos cuando el vaya acartelado veremos toros de los de verdad, de los que emocionan, no cabritas pastueñas con menos peligro que una gaseosa desventada. Disfrutaría usted con el juanpedro al que dieron la vuelta al ruedo en Zaragoza o con los de Norit del sábado. ¡Qué miedo!

    ResponderEliminar
  2. Has sido algo duro con Rafaelillo, pues si bien es verdad que no es un dechado de profundidad y largura, si tiene anchura y madera de carrasca en sus maneras. Habrá que verle, pues, su valor y a otros su elegancia. El toreo, creo yo, son muchas cosas juntas y habrá que verlo todo y luego opinar con respeto.
    Saludos taurinos y maños desde Castellón y hasta el año que viene, aunque sea para ver la de Andorra.

    ResponderEliminar
  3. Has sido algo duro con Rafaelillo, pues si bien es verdad que no es un dechado de profundidad y largura, si tiene anchura y madera de carrasca en sus maneras. Habrá que verle, pues, su valor y a otros su elegancia. El toreo, creo yo, son muchas cosas juntas y habrá que verlo todo y luego opinar con respeto.
    Saludos taurinos y maños desde Castellón y hasta el año que viene, aunque sea para ver la de Andorra.

    ResponderEliminar